El lunes, un Steve Jobs muy animado nos contaba lo que era un secreto a voces: que Apple sacaba el iPhone 4. Rebautizó el sistema operativo como iOS4, nos explicó que el iPhone llevaba más tecnología punta, etc. Pero nada sorprendente. Todos esperábamos la cámara frontal, multitasking, algo más de resolución en la cámara, el procesador A4 de Apple, etc.

Tengo que reconocer que técnicamente, Apple ha dado el salto. Soluciona los problemas como la multitarea, de forma elegante y diferente al resto. Tiene una pantalla con una resolución superior a lo que nuestros ojos pueden ver a la distancia a la que se suele coger un móvil, me gusta que pueda grabar vídeo de alta definición -no es 1080p, pero menos da una piedra- y Jobs se desmarcó con un iMovie para el iPhone que me hace pensar que en el iPad podríamos llegar a tener algo muy interesante para editar vídeo, y lo que me gusta más aún como aficionado a la fotografía, ¿una versión de Aperture? Creedme que más de un fotógrafo chillaría de la alegría si le dejaran tener Aperture en el iPad. Y sería un golpe de efecto fortísimo contra Lightroom, que no podría competir con eso.
Pero volvamos al iPhone. ¿Es verdaderamente revolucionario? Creo que esta vez el «One more thing» ha sido el más descafeinado de la historia. Todo el mundo asumía que si el móvil tenía cámara frontal era para videoconferencia. Pero… ¿por qué está Apple donde está?
No me cansaré de repetir que lo que Apple hace realmente bien es cambiar la forma en que los usuarios interactúan con la tecnología, cambiando el «odio» o «miedo» por placer.
Hay mucha gente que no ha tardado en criticar el producto diciendo que «no es tecnológicamente revolucionario». Son los mismos que decían cuando salió el iPad que no triunfaría, y ahora mismo Apple no da a basto para atender a los pedidos. Probablemente esta gente no entienda que hoy en día, lo que cuenta es la experiencia de usuario. Es lo que hace que unos productos triunfen y otros no. Por ejemplo: sí señores, es cierto que hay móviles hace tiempo que tienen videoconferencia, ¿y quién la usa? Nadie. Apuesto con ustedes a que no tardaremos en ver a gente haciendo videoconferencia iPhonera.
Cierto. Que mi madre, que nunca ha usado un ordenador, no le tenga miedo a usar el iPod Touch, y que diciéndole solo «cuando no sepas donde estás, o que hacer, pulsa EL botón y vuelve a empezar», se atreva a acercarse a la tecnología, que comprenda que no son unos y ceros, y que vea que es algo tan sencillo de usar, es algo que no tiene precio. Y eso es lo que está haciendo Apple, acercando lo máximo posible la tecnología a todo el mundo. ¿Cómo? Con unas espectaculares interfaces de usuario, que hacen que la curva de aprendizaje se limite a ‘tocar’.
Y esto lo comento, por los comentarios y críticas al ‘one more thing’. Creo que Apple lo dejó bastante claro con la foto en la web, de dos personas mayores usando la nueva tecnología de videoconferencia FaceTime. Claro que ya existía la videoconferencia, pero ahora toooodo el mundo la va a saber usar. Es lo que cuenta.
También pasó con el multitask. Sí, ya sabemos que existía hace mucho, y que toooodos los móviles podían ejecutar varios procesos… como el iPhone! El iPhone es multitask desde que empezó (podías escuchar música mientras usas el safari, por ejemplo). Lo que no existía es un multitask que no consumiera tanta batería, y un multitask implementado de manera que el usuario final no tiene que hacerse una complicada imagen mental del funcionamiento del dispositivo, para saber que si safari le va lento es porque otra cosa está consumiendo. Es un esfuerzo mental y de aprendizaje que Apple quiere evitar a toda costa. Quiere que compres el dispositivo y lo uses al momento.
He dicho.