Si es que en España nos pirra el tema sexual. Le damos un morbo exagerado. Pero, ¿y esa cosa, producto del sexo, que se llaman niños? Pues parece que no nos gusta tanto.
Nos cuenta Manuel Llamas en el artículo «¿Por qué necesitamos bebés?» el problema que supone para España la bajísima natalidad.
Y es que la pirámide demográfica española es terrible:
Y eso, que estamos contando con la ayuda de los inmigrantes, que sin ellos, la cosa todavía sería peor. Pensemos que es necesaria una tasa de natalidad de 2,1 hijos por pareja para el relevo generacional. Tiene su lógica: dos personas, que serán sustituidas por otras dos en el trabajo y el 0,1 para personas que dejarán de estar -fallecimiento, emigración, etc.-. Pues nosotros estamos en el 1,33% sin contar los inmigrantes, según el INE.
¿Y cómo de grave es? Pues analicémoslo:
- Está el aspecto emocional. Puede que no sea el más racional, pero sin duda, es importante. En estos días que se está hablando de naciones y demás, ¿qué nación vamos a dejar? O mejor dicho, ¿A quién se la vamos a dejar si no quedará nadie?
- Las pensiones. Este es un tema crucial. En España es obligatorio contribuir al sistema público de pensiones, siendo este un sistema con un tope máximo contributivo y retributivo, o sea, que hay un máximo para contribuir y un máximo para cobrar. Además, no es un sistema donde un trabajador ahorre para su pensión sino que los trabajadores de hoy pagan las pensiones de hoy. Esto tiene el problema de todas las estafas piramidales. Cuando la base es más estrecha, el dinero no llega arriba y hay que bajar las pensiones o subir la edad de jubilación.
- El Estado en general está sostenido por la población activa. España está siendo sostenida por el 22,78% de su población, que trabaja en entidades privadas según el INE –lo mostraré en un gráfico en otro artículo-. Esto es totalmente insostenible. Pensemos que ¡Un español está pagando el sustento de otros 3! Si a eso le añadimos que cada vez hay menos población activa, la cosa se complica.
- Si no hay población activa ¿quien paga la factura estatal? Los inmigrantes, sí. Pero, ¿estarán siempre aquí los inmigrantes? Esta crisis, que probablemente será más larga en España que en otros países, les está «echando». Y esto puede seguir… O empeorar.
- Si no hay natalidad, no hay gente que consuma, y si no hay consumo, ¿qué hacemos con las casas? ¿y los coches? ¿y las decenas de miles de plazas de las universidades? ¿y los colegios?
- Y un punto importantísimo. Si no hay familias, ¿quién se encarga de los ancianos? ¿quien cuida de los parados cuando no les quedan recursos? El Estado debería asumir una carga inasumible. Esta es una verdadera economía sumergida de la caridad
Bueno, ¿y qué podemos hacer? Pues reaccionar ya mismo.
- Fomentar la natalidad. Para ello, hay que conseguir que la natalidad sea visto como algo positivo, no un capricho, privilegio o problema laboral.
- Políticas activas de promoción de la familia numerosa. Pensemos que para invertir el daño hecho, necesitaremos muchísimo más que 2,1 hijos por pareja. Para ello podría ser interesante realizar políticas de rebajas fiscales a toda familia con más de 3 hijos, y que estas rebajas fueran progresivas en el número de hijos. Deberían ser realmente una ventaja fiscal muy fuerte para ser atractiva.
- La inserción de la mujer al mundo laboral ha hecho que retrase o no considere el ser madre, debido a la penalización laboral que conlleva. Para ello, las condiciones laborales en caso de maternidad deberían ser iguales tanto para el varón como para la mujer. Es decir, tener obligatoriamente que utilizar la baja de maternidad completa ambos cónyuges.
- Los horarios laborales deberían ser flexibles y familiares. El teletrabajo y la tecnología permiten muchísima flexibilidad en otros paises. Además, España tiene verdaderos récords de horas trabajadas, pero también, récords en baja productividad.
- Si existen casos que estos horarios no puedan ser flexibles -medicina, comercios,etc.- plantear la posibilidad de la gratuidad de las guarderías y otro tipo de medidas que permitan que la familia pueda salir adelante sin grandes contratiempos.
- Los antiguos griegos pensaban que tener hijos no era una necesidad, sino una obligación social para con la «Polis». ¿Tal vez deberíamos empezar por plantear penalizaciones a los ciudadanos que no cumplan este requisito? He leído algunas medidas, muy sensatas, como que las pensiones pasen a ser de capitalización y durante el periodo transitorio, funcionen en un modo mixto de retribución, mitad pagado por lo que se ha contribuido y mitad pagado por lo que la población activa actual contribuye. Además, en ese tramo de retribución a cargo de la población activa actual, debería tenerse en cuenta el número de hijos que el pensionista ha tenido, y que efectivamente, están pagando su pensión.
Dice Alejandro Macarrón en la conclusión de su artículo:
¿Cuándo empezaremos a dejar de mirar para otro lado, reaccionaremos, y repuntará de forma vigorosa nuestra natalidad? ¿Cuando ya sea muy tarde?
Suscribo 100%. El futuro de España está en los niños. Más que nunca.
2 comentarios sobre “España: mucho hablar de sexo, pero nada de niños”