A propósito de las cifras del aborto: ¿Otra vez los judíos dejan de ser seres humanos?

Había un tiempo en que los negros eran parte de la mano de obra necesaria para construir naciones. EEUU no sería lo que es si no fuera por el trabajo esclavista. Para ello, era necesario demostrar la supremacía del hombre blanco, o lo que era mejor, que el hombre negro no era tal, sino que era un animal «parecido al hombre». En la historia reciente, ocurrió otro tanto con la raza judía. Se decidió que eran «inferiores». En palabras de Adolf Hitler:

«Es indudable que los judíos son una raza pero no son humanos»

Lo peor de todo es que allí estaba el doctor Menguele y toda la tropa de pseudo-científicos que en base a observaciones «científicas» trataban de darle la razón a su señor para que pudiera libre y tranquilamente exterminarlos como ratas.

Hace unas horas, la señora Pajín nos ha contado su milonga. La milonga de siempre. Que ha descendido el número de abortos en España. Lo interesante es que lo ha hecho en 2009 en un 4% -apenas 500 casos- y según Pajín «vamos por el buen camino y ésta es la línea». Analicemos lo que nos dice la señora Pajín.

Lo primero y más curioso es que no ha vinculado este descenso al aumento de la venta libre de la píldora del día después. Hasta un 300% en los primeros meses. Una de las distribuidoras asegura que vendió lo mismo en los tres últimos meses de 2009 -cuando ya era libre su comercialización- que en los 9 anteriores. Esa distribuidora vendió alrededor de 10000 unidades en sólo 3 meses. ¿Y esto no tendrá que ver con las cifras del aborto?

Dicen Pajín y compañía que lo que hacen es preocuparse por la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Lo más interesante es la opinión que los médicos tienen de esta pastilla, el 94% cree que se está abusando de ella, pero… Lo más impactante es que más del 60% cree que es abortiva.

Aquí es donde volvemos a lo de siempre. ¿Qué hace que un feto de 12 semanas no sea humano y uno de 12 semanas + 1 segundo sí que lo sea? Comprendo que exista una barrera legal, como la del bebé nacido con 24 horas de vida al que se le reconoce su personalidad civil. Incluso entiendo que existan supuestos en los que un médico no debe ir a la cárcel si para salvar a una madre, por el camino, muere su bebé no nacido. Pero la postura del Tribunal Constitucional es clara: en la sentencia  53/85 nos dice que el feto es un bien jurídicamente protegido y exige que sea protegido. Pero entonces, ¿cómo puede un gobierno legislar diciendo que permite su exterminio si tiene menos de 12 semanas a voluntad de la madre? En los juicios se aceptan como irrefutables en la práctica las pruebas de ADN para determinar la persona que ha dejado parte de sus células en algún lugar clave para el proceso. ¿Por qué cuando se habla del nasciturus no?

Al final, volvemos al principio de la cuestión. ¿Es un bebé no nacido un ser humano? Si no es un ser humano, no hay nada que hablar. El problema es que lo es. Que no hay forma humana -válgame la redundancia- de demostrar que un nasciturus no es ser humano sin afectar a lo que conocemos de la biología.

Los pseudo-científicos «menguelianos» lo tienen muy difícil. Da igual que se empeñen en decir que los judíos no son humanos o que el Sol gira alrededor de la tierra. Al final, siempre habrá un Copérnico para desmentirlo.

Y la pregunta final. Si el nasciturus no es un ser humano y la píldora no tiene contraindicaciones y se puede vender libremente, ¿por qué quiere la señora Aido reducir el número de embarazos no deseados? Con una píldora, todo solventado, ¿no? Si el aborto no es un asesinato, ¿por qué es malo que aumente? ¿No será una opción más a tener en cuenta para la anticoncepción?

Si es que en el fondo, ni ella se cree lo que dice. Ni sus colegas tampoco. Por eso se ofendió muchísimo cuando alguien le dijo algo que leí hace tiempo: «que pena que tu madre no tuviera ese derecho». Una frase descarnada y verdaderamente ofensiva, sin duda, pero que muestra, en la reacción de los proabortistas, el cinismo de su postura.