No acabo de entender de qué va esto. Llevo varios días viendo cómo machacan sin compasión a la Iglesia porque, como Cruz Roja, ONGs, Partidos políticos, etc. no tiene que pagar el IBI, pero curiosamente, sólo se le pide a la Iglesia, la mayor ONG asistencial del mundo, que lo pague. Tremendo. Pero lo de estos dos días de Ignacio Escolar no tiene nombre. Pasen y vean.
En un primer artículo, Escolar no tiene reparo en decir que la Iglesia ha «comprado» por 30 € un templo que desde hace siglos que es católico. Puedo entender que le guste la idea de que siga siendo una mezquita, aunque no acabo de entender a quién le pertenecería la titularidad. Ahora, eso sí, de los bienes expoliados a la Iglesia en las sucesivas desamortizaciones, ni rastro. Se cabrea tremendamente porque a los turistas se les cobra entrada y a los que vienen a rezar, léase curas, no. Y se enfada aún más porque como parte del patrimonio artístico, es el Estado quien mantiene este monumento. Pero eso sí, es la Iglesia quien cobra la entrada porque se trata de un edificio de su propiedad. Se enfada por esta mezquita, que acaba siendo legalmente católica, pero no recuerdo que se haya enfadado por otras mezquitas, cuyo suelo es regalado por ejemplo en Catalunya. Busquen, busquen en Google, hay decenas de casos.
Pero es que además, llama «privilegio medieval» a que la mayor ONG de España y del mundo no le obliguemos a pagar ciertos impuestos, como el IBI, ese que no paga ninguna organización sin ánimo de lucro, ni las mezquitas, ni los templos budistas, ni los evangelistas, ni partidos, ni… Pero sólo le molesta la Iglesia. La Iglesia Católica, claro. Esos sí deberían pagar que son malos…
Pero es que hoy ha acabado de rematar. Abre con «La desmemoria de la Iglesia«. La Iglesia se supone que debe recoger en una memoria justificativa de actividades económicas en qué ha ido gastando el dinero, si bien la última presentada es de 2009 y se presentó el verano pasado. Pero dice el señor Escolar:
La Iglesia Católica está obligada a presentar cada año una memoria justificativa de sus actividades económicas, igual que cualquier asociación o fundación. Hace ya varios ejercicios que no cumple con esta obligación legal
Ignora por completo el señor Escolar que a la Iglesia ya no tiene la obligación de hacerlo. Tal y cómo recoge el Concordato de 1979 se le requiere esta memoria durante el proceso transitorio en el que el Estado le asignaba una dotación económica que no provenía exclusivamente de la famosa casilla de la declaración de la Renta. Cosa que ya se ha terminado. La Iglesia solo recibe lo que los ciudadanos quieren darle por medio de esa casilla.
Además se queja de que:
Es falso que [la Iglesia] haga “un esfuerzo económico muy grande” para mantener el patrimonio nacional: es el Estado quien financia las obras de rehabilitación de catedrales y demás monumentos.
Y luego indica que el Estado ha financiado la restauración de «muchos de ellos» y e indica que son en total 20 catedrales. Sí señores, Veinte. Veinte son, como todos sabemos, el 100% de los «monumentos» católicos, ¿verdad, señor Escolar?
Dice además que:
También es falso que estos edificios tengan “una rentabilidad escasa o nula” para la Iglesia.
diciendo que se cobra entrada en muchos de ellos y por eso es falso que no sea rentable. Se nota que el señor Escolar no pisa una iglesia ni por equivocación puesto que el cobro es algo excepcionalísimo, en templos muy concretos. Pero vamos, si cree que por cobrar algo de dinero las cosas salen rentables, ahora entiendo que se les haya hundido el diario Público.
Pero lo mejor de todo es que la Iglesia, como si tuviera ganas de tocarle las narices al señor Escolar, va y publica hoy los presupuestos de 2012 donde explica a dónde va a parar cada euro.
Tremendas estas ganas de acabar con la Iglesia. Ahora, que hay una cosa que comparto con Escolar. Me encantaría que desapareciera toda subvención o concierto con la Iglesia Católica. Veríamos cómo narices conseguiríamos mantener la educación, que subiría un 33% en gasto sólo para mantenerse, o quién daría de comer a la gente en Cáritas, o qué pasaría con los centros para drogadictos, enfermos de SIDA, asilos, etc. Porque, señor Escolar, 250 millones a cambio de 35.000 millones es un chollo.
Espero que los sueños de Escolar se hagan realidad. Ahora, cuando las iglesias tengan que cerrar ya saben a quién hay que acudir: a los comedores del PSOE, a los hospitales de UGT y ¡Cómo no! A casa del señor Escolar, que les atenderá magníficamente en el momento que se encuentren ustedes al borde de la muerte. Aunque tengan cuidado, no vaya a aplicarles la medicina que le han aplicado a la edición en papel de Público.
Totalmente de acuerdo. Creo que Joaquín, tú y yo hoy andamos con lo mismo…
Hum.
La cosa está que arde 🙂
Estupendo artículo.
Buen artículo, salvo por una cosa: no caigamos en reducir la Iglesia a una mera ONG, por favor. Por ahí nos pueden entrar mi males.
Totalmente de acuerdo, y comparto la opinión de Susana. La misión de la Iglesia es primero anunciar el Evangelio, y como consecuencia de eso, viene todo lo demás.
La Iglesia no es sólo una ONG que atiende de los desfavorecidos, si no que es nuestra misión como «otros Cristos» atender a los desfavorecidos.
Quien tenga oidos que oiga.
Pero nuestros politicos no deven escuchar, porque si lo hizieran no dirian esas barbaridades.
¿Quién se cree eso de los 30 mil millones? Hacen falta 2 millones de mileuristas para generar 30 mil millones. Una de cada tres personas que según el CIS acuden a misa tendría que trabajar 8 horas diarias para la Iglesia de balde. Ni de broma.
¿Quien ha dicho que la estimación de los 35000 millones incluya solo los sueldos?